Aunque al menos puedo reducir
tu vanidad y la mía
a decir con timidez
que existe una vaga similitud,
en todo caso diremos con orgullo:
se parece al amor.
Al amor que nunca sabemos, dónde ni cómo,
al amor que no podemos dominar ni liberar,
al amor que a veces nos hace llorar,
al amor que casi nunca cumplimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario