sábado, 30 de julio de 2011

Ellos.

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan, 
se desgarran, se muerden, se asesinan, 
resucitan, se buscan, se refriegan, 
se rehúyen, se evaden y se entregan.



Oliverio Girondo



martes, 26 de julio de 2011

Cambios. Parte II

Ambo (era así para los amigos, y las amigas) y sus costosas negativas. Él y sus lugares, insectos de lo perdido. En la soledad - ya no tan soledad, me confesó un día - acompañaba cielos y elefantes. Arañas y hojas de papel en blanco. Y de árbol. Él y su vida múltiple, cansado de correr y de reír. Cansado siempre, siempre alerta y siempre en los brazos de un descanso que no quería llegar, hasta la noche. 
Allí, en su lejana tierra, decía que sus noches parecían más estrelladas. Él las nombraba a veces - las estrellas- : Arcturo, Altair, Vega.
Aquí en nuestro universo solamente podíamos recogernos, ovillarnos, hacer hueco y apagar - o no - las luces esperando a que el sueño, por fin, le derrotase.


Ruiz. B.


martes, 19 de julio de 2011

Cambios. Parte I.


Caminaba de noche. Y se marchaba lejos. Cuando ya no se sentía el ruido del mundo paraba a descansar. Pensaba entonces en sus manos. Sus manos de recibimiento tibio y lento que nunca tenían prisa en llegar al descanso. Y la paz fue porque ellas estaban. Su cuerpo rápido de animal salvaje. Su boca confusa. Su blando corazón.
Silvio le contó dulcemente cómo le había besado. Sobre la hierba, con zapatos rojos. Ella escuchaba, temerosa, confundida. Había sido muy rápido - pensó - todo el asunto de Silvio. Aquel año, los exámenes, las dudas, Silvio, los juguetes de papel y la llegada repentina de Ambrosio habían supuesto un choque muy importante. Y ella tenía que asimilarlo, y eso intentaba. 
Pero no podía hacerlo allí, sobre la hierba una vez más, mientras Silvio frente a ella le hablaba de cómo había ocurrido lo que jamás se le habría ocurrido imaginar.


Ruiz. B.




"Apenas sabrás quien soy,
y lo que quiero decir.
No desfallezcas si no me encuentras pronto.
Si no estoy en un lugar, búscame en otro.
En algún lugar te estaré esperando. "



Walt Whitman

sábado, 16 de julio de 2011

princesas olvidadas o desconocidas.

"Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan."
Jaime Sabines


Soñar es contarse historias que todavía no se conocen.
Cantar es como colorear las notas.
Bailar es como volar sobre el suelo.
Las palabras viajan y cuando vuelven ya no se las entiende.
Buscar sin saber quién es y estar seguro, sin embargo, de reconocerlo.







lunes, 11 de julio de 2011

Sin ganas de ganar.

"Pero para querer hay que embarcarse en todos los proyectos que pasan, sin preguntarles  nada, llenos, llenos de fe en la equivocación de ayer, de hoy, de mañana, que no puede faltar. De alegría purísima de no atinar, de hallarnos en umbrales, en bordes trémulos de victoria, sin ganas de ganar."
Pedro Salinas



Vivir al fin de un día de sombra y de vapor en el armario.
Vivir, noches encadenadas de cinta y de retrato.
Vivir, verano de la luz en la hondonada, y el agua de la infancia en cada copa, y el cielo en los zapatos.
Vivir, bajar de un rayo en la ciudad, cicatriz de Madrid en los tejados, raudo y veloz el eco del transporte, empujón de pizarra y de tocado.
Noche para los cautos, sentir de oliva y verde en los cristales.
Noche para los locos de azar y de pesar y de ternura.
Noche para los altos, delirios de café y tinta de tarde.
Noche para los ciegos, claridad de teclado, palidez de la sangre, esféricos los mundos de los frunces de labios.
Vivir en esta noche renacida y astuta, blando julio abrasado tras su almohada de asombro.


Ruiz. B


jueves, 7 de julio de 2011

quererte y no.

"Esta corporeidad mortal y rosa donde el amor inventa su infinito"
Pedro Salinas


Con la luna apagada y un nudo de azafrán y de hojalata oprimiendo la bóveda del pecho. 
Con un nido de miel que es encontrarte más cerca que jamás, nunca más lejos. 
Con la piel desgarrada desgarrarte como nace un amor de las entrañas de tu tierra de fuego y de alabastro. 
Con el alma candente maldecirte. 
Con el sol del verano abandonarte, como se pudre un jirón de entretela desdoblado en cien partes, amarrado a mil cuerdas, mutilado en canciones de piano maltratado.
No lo debo decir pero lo dices como vomita hiel la máquina de hielo, febrero enrarecido, amargo de limón y bocajarro.
No me debes tocar pero me tocas y al hacerlo despiertas las ganas, las condenas, los instintos callados y asesinos de morderte en el cuello y las ideas.
Con la vida encogida, con la boca pequeña, con el ojo arrasado de pintura y de cielo, con el seso estrujado, arrugado y desnudo, con las manos, a ciegas.


Ruiz.B




viernes, 1 de julio de 2011

"Heme aquí, en los corredores del palacio en que todos están dormidos. ¿Acaso el verde de la tristeza y de la herrumbre no es la canción de las sirenas?" 
André Breton


Sabrás que no es fácil. No resulta agradable en modo alguno salir a la calle y ver que no esperan las flores, ni los muertos, ni siquiera los refrescos para aplacar la sed de tempestades en este oscuro mundo del naufragio.
Nada aquí es del color que parece, del color de las olas cuando, sin saber qué hora o qué camino tendrán por delante en su vagar, languidecen en la angostura del espacio entre tus dedos.
Sin asideros, del mundo me queda tu recuerdo y el oscuro deseo de volver a tu cauce desbordado. 
Sin proyectos, de ti me quedo con tus manos y el tumulto de enredos que despiertan cuando en lo más profundo de tu sinsabor yerras la mirada, la angustia y las palabras.
Verás, te dije, pero ni viste ni quisiste ver que el descarrío más absurdo llegaba con sus ecos de flauta y de guitarra, con sus cintas de música y de alborozo, con sus claves de ser, de sol y de sombrero.
Tu libertad me está costando el arte dentro de las costillas, el monstruo que camina y que se arrastra al destino de luz y de opereta que no alcanzan tus labios, ni tus flancos.
Amor, cuestión menuda y azulada que desde tu alto poste, tu gran reino, tu estandarte de plata, de ceniza y de hierba contoneas en el filo de la luminosidad del mundo yermo que ostentas en las cimas del llanto.


Ruiz. B.





como el amor...

...en todos los sentidos
La libertad es abrumadora. A nuestro tiempo y espacio lo noto cambiado desde hace unos días, ¿sabrás por qué? Me temo que te traicioné: un día, cuando me dolías mucho, te negué. Porque en uno de nuestros ires y venires te quedaste muy lejos de mi mano.
No estoy aquí para curarte las heridas, me gustas con ellas bien puestas, bien localizadas. Tú sabes bien dónde están las mías y las has besado todos estos años; con tus preguntas me exploraste, sé que reconoces cada llanura y cada una de mis esquinas. A nuestro tiempo y espacio lo noto cambiado desde hace unos días, ¿sabrás por qué?
Contigo me pasa que a la lluvia la veo bien en invierno; que tus noches, son mis noches. Que tus respuestas siempre serán mis preguntas; que tenemos los mismos azares. Me pasa que lo que te aleja, me aleja. Y eso es peligroso. Tu corazón se enternece y el mío te baila el agua.
Que me quedo porque lo que siento por ti me lo impone y porque me gusta irme para volver más tarde.
Que te quiero fuera de esta dimensión, pero también dentro.