martes, 7 de junio de 2011

Duermes, mientras la ciudad golpea el cristal con su llanto, ajena a tu sueño. Qué pena que este milagro
de verte dormida en paz no desborde el muro de esta habitación. Ojalá que mañana, cuando te despiertes, duerma mi dolor.

Duermes.

Nadie sabe que duermes, no consta en los diarios.
Qué lástima la gente que nunca besará la paz sobre tus párpados.
Duermes, insomne cruzo la casa y te busco intranquilo, porque sueño a tu lado, aunque no duerma contigo. Duermes, perdona mi maldita costumbre de despertarte porque tengo miedo, o porque llego tarde.


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