"Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así."
Vetusta Morla
Había caído en muchas tentaciones, cosas mal hechas, libertades mal tomadas. Había caído bien, y mal, y fascinaba a veces y otras tantas se dejaba asombrar. Hizo reír, hizo bien, hizo el amor, la cama, hizo el idiota y su deber. Hizo y deshizo.
Y se cayó y calló. Se perdió, creyó que había logrado encontrarse, se levantó y anduvo a tientas (y a ratos, de rodillas, en parques y en almohadas). Y se encontró de veras, o eso pensó esta vez.
Y quiso todo dentro de esa nada que prometía la luna.
Y quiso puentes (y paseó, de hecho, aquella tarde, por un puente tendido).
Pero quiso también ciento volando, y abandonó los pájaros en mano.
Y regresó a la hierba, al suelo, al cielo, al aire de un abril que, esta vez, no prometía nada.
Lo quiso todo, sin quedarse en nada.
Ripples.
No hay comentarios:
Publicar un comentario