la frenética lluvia de mis venas,
mi cintura cuajada."
F. G. Lorca
Sin pretensiones y sin veneno, observando los círculos concéntricos del agua, el cielo límpido, las estrellas brillantes.
Sin tópicos, sin sangre, ves la ausencia grande y sorprendente, afilada y extraña.
Sin temblor y sin luna, sin importancia ya.
Claro que hubiera preferido no romper ningún espejismo, ni hacer añicos un tiempo de cristal.
Claro que hubiera preferido el fuego, nunca hubiera elegido esta calma.
Pero algunos caprichos son tan volubles, y algunas voluptuosidades tan efímeras que no quiero perder esta locura.
Y, aunque hubiera podido elegir ahora, no habría nada que me hiciera desaprovechar esta calma, nada que me impida recoger los pedazos de cristal, procurar no cortarme, mientras ceno cerezas y escucho Cat Stevens y pienso que qué bien está el mundo, que vacío, qué distinto, qué grande, qué curioso. Qué lejos de aquel mundo que veía cuando aún podía elegir.
Ruiz. B.
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