sábado, 24 de septiembre de 2011

Cambios. Intermedio 4º.

Las tardes del recién estrenado otoño prometían ser mucho más de lo que podían contener.
Enredando un poco, charlando sobre los bancos, sobre la hierba, sobre lo que fue(ra). Y los cristales bajo las manos, en la cintura. Y la luz en los ojos - demasiado, dijeron - que las abandonó para irse del mundo.
Las historias de Irina en los tobillos. 
Y otra vez Lambda. Saber, subir, sabor a novedad, a distancia, a juicio. Porque se sabían. Se sabían como se saben los amigos. O como el último apunte de Organografía. Como se sabe el agua.
Y podían intentarlo, podían fallar, volver. Y volverían.
Como siempre.


Ruiz.B.



No hay comentarios:

Publicar un comentario