viernes, 23 de septiembre de 2011

Cambios. Parte IX.



"Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente, veo caer agua sorda, a goterones sordos. Es como un huracán de gelatina, como una catarata de espermas y medusas.."
Pablo Neruda




Sabor extraño en la mirada. Vacíos los labios. Florecientes las redes - como ya dijo, amar, amar. Amables.
No sabía por qué lo había hecho. Dudaba de sus intenciones previas y de las de después. No había sido lo correcto. Ni lo bueno. Ni lo sano. Ni lo justo. Ni siquiera lo momentáneo. Y ella lo sabía. Lo sabía antes de que hubiera ocurrido, lo sabía desde hacía mucho tiempo. Lo sabía desde siempre, y sabía que siempre sería así. No habría treguas de luz, ni de sábanas frías.
No con él.
Deneb y la ventana. Y las sillas. Y la habitación vacía. Y la pared. 
Nada después. Y nada más.


Ruiz. B.





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